sábado, 16 de enero de 2016

NORUEGA EN EL NEOLIBERALISMO

NORUEGA EN EL  NEO LIBERALISMO 

Hace 50 años era una de las economías mas pobres de Europa y paso a del la mas desarrollada e igualitaria del mundo; el rol del petróleo y el ahorro para el futuro.

       Cuando comenzaron a desarrollarse estas nuevas tendencias en la izquierda política durante la        década de 1990, la situación en Noruega se caracterizaba también por la existencia de una
       ofensiva neoliberal. Las privatizaciones y licitaciones competitivas eran los temas centrales de          la agenda. Los servicios públicos sufrieron el ataque. El movimiento sindical estaba a la                      defensiva. La desregulación y los ataques generalizados al sindicalismo y los derechos de los            trabajadores no encontraron mayor resistencia, entre otras cosas porque se negociaban                    concesiones y se entregaban posiciones en las mesas de negociación. Un movimiento obrero            relativamente despolitizado, des-radicalizado y burocratizado fue tomado por sorpresa por la          ofensiva neoliberal, y la ideología del pacto social no fue capaz de explicar las nuevas políticas          agresivas de las fuerzas capitalistas. Como resultado, se produjo una
       gran confusión ideológica y se recibieron golpes muy duros.

      El liderazgo socialdemócrata "pragmático y realista" siguió las tendencias políticas dominantes         y adoptó muchas de las ideas neoliberales. El clímax de este proceso en Noruega se alcanzó             cuando un gobierno laborista llevó adelante en 2000-2001 algunas de las reformas de mercado       más importantes de los tiempos modernos. Allí se concretó la privatización parcial de la                     empresa estatal de telecomunicaciones (Telenor) y de la empresa petrolera estatal
     (Statoil), y también se reestructuró todo el sector hospitalario en base a un modelo orientado al       mercado. Al mismo tiempo, el Partido habilitó la licitación competitiva
      para los servicios públicos a nivel municipal.


Se identificaron, en forma más o menos clara, nuevos objetivos, que se pueden resumir en los siguientes puntos:
  • Detener la política privatizadora
  • Cambiar la opinión pública
  • Torcer la hegemonía política hacia la izquierda
  • Empujar al partido socialdemócrata hacia la izquierda
  • Crear una alianza de mayoría de centroizquierda en el Parlamento
  • Cambiar la correlación de fuerzas en la sociedad.

En otras palabras, ya no se trataba sólo de una lucha sindical estrechamente concebida, sino de un proyecto más amplio y general para cambiar la sociedad. Entre otras cosas, la derechización del partido socialdemócrata fue un elemento importante que hizo necesario que el movimiento sindical asumiera una responsabilidad política de mayor envergadura. La situación exigía una renovación -organizativa además de política.

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